Mal dia para buscar

25 de septiembre de 2008

El final de una ilusión

La consabida y aburrida crisis tiene,una vez asumido el golpe inicial, diferentes lecturas.

Una es el razonamiento doble que indica la realidad de haber aceptado que no existían recursos para solucionar el hambre en el mundo pero cuando quiebra un banco americano aparecen 700.000 millones de dólares que estaban en algún lugar.

Otra es la certificación, algo más razonada e tremendamente certera de que, como bien indica la referencia tomada, estos momentos son el final de una ilusión.
Recorto partes del artículo: " A lo largo de los años 90 y buena parte de este siglo, un importante sector de la intelectualidad occidental consiguió asentar entre nosotros un discurso tremendamente optimista respecto a la globalización y el nuevo orden mundial. Estamos en puertas de una "Segunda Modernidad" (U. Beck), decían, de una "nueva Ilustración" (...) Hoy, por el contrario; el futuro ha colapsado sobre el presente. Ha dejado de ser ya el lugar de la prometida reconciliación del hombre consigo mismo para convertirse en un horizonte de peligros y amenazas"

Supongo, con ello, que el peligro reside en dejarse llevar por un catastrofismo que no es tan cierto como la bondad que nos vendían hace poco tiempo. Pero ¿sale rentable pensar?

¿Es viable continuar con el idealismo luchador e ilusionante de los 90 con la idea de poder mejorar el mundo o esta situación global de desconsuelo y deriva hace imposible cualquier cambio?

Son preguntas intensas pero ahora sólo sé que debo de empezar a aprender ingles. (y si no conoceis a alguien que os traduzca la canción del video, preguntarlo, que ahí está la gracia)

1 comentario:

EL RUMBO DE MIS PASOS dijo...

No tiene nada que ver con el post, pero es que me ha llamado la atención tanto voto, en una encuesta mal planteada...

un árbol, sólo uno, no se puede llamar bosque, joooooo!! que eres de Bilbao!! Por todos los botones que hemos perdido!!
jajajjaajajaja!!

Nada más, un saludíiiisimo...querido amigo. tuya siempre, K.