Mal dia para buscar

25 de septiembre de 2010

Tratados de impaciencia comerciales

Cuando llevas cien millones de años haciendo tu trabajo y sintiéndote orgulloso de él eres capaz de pedir al cliente que por favor vaya a algún otro lugar porque sabes que va a volver. Después, si es que retorna, ya nunca vuelve a ponerte en duda. Desafortunadamente existen clientes extremadamente orgullosos que son capaces de mandar a su cuñado a visitarte porque ellos no son capaces de admitir que se equivocaron. Y algunos encuentran algo mejor, para qué negarlo.

Otros, como en la canción de Sabina cuando hacía letras descomunales, se volvían a casa sin pena ni gloria ni príncipe azul contando su aventura como una locura de la juventud.
Supongo que es porque los chavales que te besaban nunca se llamaban Alain Delon.

En realidad la vida y el comercio se componen, como todo, de personas y de maneras de comportarse en pequeños tratados de impaciencia.
Pero siempre te queda el miedo de no haber dado lo suficiente porque eres exigente, porque sabes que el mundo está lleno de comercios mucho más grandes, de producciones mucho más caras y de canciones mucho más fáciles. Nunca dije mejores. Mis clientes (los listos) lo saben.

(Volví a Sabina aunque sólo de pasada y sólo al que suena real y no al artefacto en el que se ha convertido)

Pd: Perdí un cliente. Me dijo: quiero formatearlo. Le pregunté: ¿tienes copia de seguridad?. Dijo: si. Lo formateé. Volvió y le dije: ahora recuperas la copia. Fue hacia el ordenador y buscó una carpeta. "No está"-me dijo. "¿Que busca?". "La copia de seguridad estaba en otra carpeta". "Entonces no está". "No lo vuelvo a traer aqui"-acabó la conversación indignado. Y yo, como un idiota, no le cobré esperando que algún día vuelva.

1 comentario:

Ramon B dijo...

Yo soy tu cliente perfecto. Listillo. Si es que todos creemos saber de "eso". Y me habría dejado la copia de seguridad en el C: formateable. Tienda 1- Clientes 0.
Compré mi antivirus después de llegar el virus. La de la tienda me dijo "formatea y olvidalo". Yo quería salvar mis datos. Cargué nuevos sistemas operativos en otros subdirectorios. Conseguí arrancar con el disco antivirus. Orgulloso, limpié y recuperé todo, contra el pronóstico de la tienda. Tienda 1- Clientes 1.
Pero no ha sido la primera vez. Llevo ya destruidos al menos cinco discos duros. Y siempre sin copia de seguridad. Fin del partido. Tienda 6 - Clientes 1.
Volveré.