Mal dia para buscar

13 de abril de 2011

Throwing Cooper (y el rock)

Existen tantos artículos como mentiras que se creen en capacidad de afirmar que el rock, como género, está muerto porque las listas de ventas (que no los conciertos) han dado la espalda a este estilo musical y que cualquier tontaina con un casiotone es capaz de situar sus creaciones por encima de los desmanes guitarreros más convencionales.

Cuando se acababa el siglo y como si fuera un artículo recurrente en muchas de las listas que comprendían los mejores discos de los últimos 100 años se colaba, como si fuera por la puerta de atrás, el Throwing Cooper de una banda de título complicado de googlear llamada "Live". Aquel disco se editó en 1994 y probablemente no le presté atención porque el single "Selling the drama" me recordaba mucho a REM, me encontraba poseído por The Bends (Radiohead) o porque Dummy (Portishead) me tenía cautivado. Pero, de aquel disco, I Alone y Lighting Crashes son maravillas en estado puro del estilo pop/rock alternativo.
Después, en 1997, reaparecieron con Secret Samadhi y con sus siguientes discos se convirtieron en una banda correcta, sin más.

Para mi "Live" fue el poso que me dejaron aquellas bandas como Goo Goo Dolls, Collective Soul, Creed, Bush, Better than Ezra, The Presidents of the United States, Third Eye Blind, Seven Mary Three o todos aquellos que me hicieron inclinar por el rock que sonaba a EEUU por aquellas fechas en vez del sosísimo pop británico de finales de los 90.

Cuando algunos afirman que el rock ha muerto porque creen que el rock es sólo y exclusivamente lo que hay entre Chuck Berry y Guns´n´Roses me vuelvo a oir el Throwing Cooper y, después, todos los discos que me compré por entonces.

Y termino, nadie sabe como ni por qué, con los grandísimos Black Crowes y con el Free Bird de Lynrynd Skynryd (y sus últimos 6 minutos de gloria) pensando si acaso dicen que el rock ha muerto porque las guitarras no suenan así de bien desde hace años o lo que sucede es que ya no venden tantos discos como antes lo cual, sinceramente y como diría Clark Gable en el final no admitido de "Lo que el viento se llevó", me importa un bledo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jamás he comprendido la filosofia del rock, he asistido a algunos conciertos de los que llamaron grandes y en todos me he ido a la mitad, siempre lo he visto como la música clasica llevada a una exageracion teatral. No creo que vaya ya con estos tiempos.

droalek dijo...

¡GRUPAZO que he conocido gracias a tu blog! Me parece increible que no los conociese, teniendo en cuenta que me considero un melómano... jejeja ¡Son muy muy grandes! Hoy me he escuchado el disco que comentas dos veces seguidas, del tirón. ¡Gracias de corazón!

Loli, ni te imaginas la cantidad de buen rock que se sigue creando en estos tiempos... ¡El rock está más vivo que nunca! Otra cosa muy diferente es que no esté tan de moda, sobre todo en España, pero el rock nunca murió.